Sin siquiera 10 minutos en el reloj de juego cambió por completo el panorama en el Chase Stadium, ya que el capitán de la Selección no siguió el curso de la jugada y se recostó en el césped frente al banco de suplentes local, con claras muecas de dolor y masajeando la zona de los isquiotibiales de su pierna derecha.
A pesar de que recibió atención médica, la Pulga desde un principio dejó en claro que la molestia era de tal calibre que no iba a poder seguir en cancha, algo que alertó a Mascherano para preparar una variante: entró Federico Redondo, adelantando a Rodrigo De Paul en el campo de juego. Messi se retiró directamente al vestuario, abatido.
“Una tristeza enorme que se lesione, para nosotros es un jugador vital. Una lástima. Espero que no sea mucho porque lo necesitamos”, declaró Jordi Alba sobre la lesión del Diez. “Leo sintió una molestia en el isquiotibial”, confirmó Mascherano, luego.
Hay que tener en cuenta que el futbolista de 38 años viene de tener una lesión en el aductor izquierdo que lo obligó a ausentarse de los clásicos que la Selección disputó en marzo ante Uruguay y Brasil por las Eliminatorias Sudamericanas.
En 2024, Messi ya tuvo una lesión en el isquiotibial derecho en marzo, que lo marginó de partidos de Inter Miami y Argentina. Más adelante, sufrió una lesión ligamentaria en el tobillo derecho en la final de la Copa América 2024, la cual fue tratada sin cirugía pero le significó un período prolongado de inactividad.
FUENTE: TyC Sports